
Parece mentira como una sola llamada a las cuatro y ocho minutos de la mañana puede hacerte sentir tan bien. Te despiertas miras la hora, lo ves. Te levantas y todo da un giro a como podría haber sido. Un pequeño vestigio hace que todo cambie un poquito más a mejor. Por tanto nada es predecible y eso es lo que lo hace genial.
Y es que echaba mucho de menos estas cosas... No imaginas cuanto... o quizá sí.
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