Predicciones.

Acción- Reacción. A cada movimiento le sucede una consecuencia, mejor o peor, más o menos espontánea...
La cuestión, no reside en cómo de buena resulta la reacción a nosotros mismos, sino en cómo de previsible es para el que recibe la acción. La pregunta está en el punto, el punto al que llega alguien para saber qué vas a querer, intentar o pensar hacer en cualquier momento sólo con observar(te). ¿Es acaso un punto físico delimitado por una serie de líneas inperceptibles al ojo del que realiza la acción, que sólo puede ver el otro? ¿O simplemente se trata de tiempo?

Muchas veces se suele decir que el tiempo no es garantía de nada... El timepo puede ser garantía de todo o de nada. Puede servirte para conocer tantos defectos y virtudes de alguien como estrellas hay en el cielo o como granos de arena hay en una playa para un vagabundo del Dharma; puede ayudarte a comprender mejor cada corazonada; a hacerte ver las cosas de manera más objetiva, o al menos, más comprensible a medida que vas creciendo; a afinar el oído cuando alguient e susurra tras la nuca o simplemente a levantarte cuando definitivamente no hay nada más que hacer.

Pero también el tiempo sabe de esperar, ya no me refiero al "esperar" de "aguantar" y seguir, sino al esperar, al "¿qué debo esperar?". Esperar los movimientos precisos para dar a entender que cuando te mueves un paso, te acercas un par de centímetros, hablas callado o mueves la mano, son tan sólo la reacción a una acción ya prevista que suponen la respuesta a mi. A mi, a las preguntas que inconscientemente, mis costumbres o mis hormonas (quién sabe), plantean sin ningún aviso previo y sin embargo se cojen al vuelo y se arrastran hasta un rincón donde oyen un : Aguanta y espera. Son las respuestas a miles de acciones que ya se conocen, por tiempo, no por otra cosa. Por todo el tiempo en el que te da tiempo a conocer a alguien y saber cómo es su pie de grande sin necesidad de saber quenúmero calza.

Todas esos movimientos esquivos que los mios reciben como respuesta no son más que moratones blandos que se pueden borrar tanto con el tiempo como con las palabras adecuadas, y aún más con los gestos más precisos del mundo, con las precisiones que yo necesito. Cualquier profeta sabría cuales...


No exiten moratones que duren para siempre, sólo las esquinas o los escalones que te los producen. Pueden permancer, y muchos, merecen quedarse, porque a base de tropezarte una, dos y hoy, hasta tres veces, ves de una vez por todas lo que tienes en frente de tus ojos, de tus pies, y necesitas no perder de vista (si no quieres perderte a ti).