A veces no te das cuenta de que la pieza que mejor encaja en tu propio caos está delante de tus narices y no lo ves hasta que entras en un estado de estrés máximo y desesperación inanimada... pero te das cuenta finalmente.
Me vuelve loco la doble personalidad de esta pequeña ninfa. Tal vez de todas las ninfas. Esa mezcla de una soñadora ternura infantil y cierta temerosa vulgaridad. Ya sé que es una locura escribir este diario, pero el hacerlo me proporciona una extraña emoción, y solo una amante o esposa, podría descifrar mi microscópica escritura.
Me gusta mucho.
ResponderEliminarY te entiendo a la perfección.